Cabo Formentor

Despertamos, miramos al cielo, está soleado y mientras desayunamos tranquilamente pensamos en la ruta de hoy. Donde vamos? Qué nos pide el body? Esto sí que son vacaciones!!!

Decidimos subir más al norte de la isla, al Cabo Formentor, una zona con fama de tener grandes playas y calas y que suele ser menos visitada ya que queda un poco a desmano de donde se suele instalar el turista.

De camino hacemos una breve parada en la playa de Puerto de Pollença para dar una vuelta por el paseo y tomar un café. Un café que hemos tenido que pedir en inglés porque no hablaban ni papa de castellano!!! Estamos indignados…los alemanes e ingleses se han apoderado de este territorio.

La playa de Puerto de Pollença es como una piscina natural. No existen las olas aquí puesto que está bien cubierta por las bahías de Pollença y Alcudia. Así que surfers, buscad otra playa!

Continuamos hacia Cabo Formentor. Para aquellos que la combinación de coche y curvas lo lleven mal como es mi caso, ya se puede preparar para bajar del coche como si llevaras unas cuantas copas encima!!!.

Recorrer todo el tramo son 18 kilómetros por una serpenteante carretera que recorre el cabo. Todo mareo se compensa con unas espectaculares vistas a la bahía de Pollença y al mar mediterráneo. Además, hay miradores a lo largo del trayecto para poder tomar aire y disfrutar de las panorámicas.

El punto final culmina en el faro de Formentor pero nosotros paramos antes, en la Playa del mismo nombre, donde es famosa por el Hotel Formentor. Un hotel clásico Mallorquín que actualmente es propiedad de la cadena Mallorquina Barceló Hoteles. Por este lujoso hotel han pasado personalidades como Churchil, Gorbachev, el Duque de Alba, etc.

La playa de arena no es muy ancha por lo que se llena enseguida de toallas y sombrillas pero si consigues un hueco podrás disfrutar una vez más de aguas cristalinas.

Nosotros nos lo hemos pasado muy bien si no fuera porque se nos ha volado la sombrilla varias veces y casi sacamos el ojo a algún guiri!!! Todo tiene su arte, hasta poner una simple sombrilla tiene su truco. Un buen samaritano que teníamos puerta con puerta nos ha hecho una gran demostración de cómo hacer un buen agujero y que la sombrilla no se mueva ni un milímetro.

Cuando nos hemos cansado de tanto sol, siesta, bronceado y cervecita mirando al mar…esto sí que es vida! Hemos ido a pasar la tarde a Alcudia.

Ha sido una visita que nos ha sorprendido gratamente ya que no esperábamos gran cosa y nos hemos encontrado un pueblecito medieval rodeado con su pertinente muralla y con acceso a través de las suntuosas puertas que antaño defendían la ciudad de los ataques. Sumado a sus calles empedradas y cortadas al tráfico y a los miles de pequeños y cuidados restaurantes que sacan sus mesas a la calle para disfrutar de una agradable velada, nos ha encantado. Y si tenéis la oportunidad, no os vayáis sin probar su típico pa amb oli.

Hoy nos hemos dado cuenta de que a Martina le va la moda y si su mamá lleva puestas las gafas …

… ella se las quita y se las pone a si misma!