Recorrer El Outback por libre

Nos encontramos en el Outback Australiano, una región inmensa del país a la vez que desértica y poco poblada. La llegada ha sido a Alice Springs, la ciudad más grande del Outback. Lo primero que notamos es que el clima aquí es extremo con temperaturas superiores a los 40 grados y una humedad del 13%. Demasiado calor.<

Pero lo que más nos ha impactado son los aborígenes vestidos con harapos y descalzos andando sin rumbo fijo. Parecen fantasmas deambulando por una ciudad desierta. Realmente espeluznantes.

Alquilar coche de alquiler en Alice Springs

El motivo de nuestra estancia aquí es atravesar parte del Outback para visitar uno de los símbolos de Australia, único en el mundo entero, conocido como Uluru (The Rock). Para ello hemos alquilado un mini coche que hemos cargado de comida y sobretodo de agua y nos hemos puesto en marcha.

Las carreteras en el Outback son buenas siempre y cuando circules por las principales. Son rectas de hasta 3000 km en la que sólo puedes ver el mismo paisaje plano y con arbustos una y otra vez.

Visto así no parece muy peligrosa, pero en el trayecto se nos han cruzando por la carretera caballos, camellos, canguros, iguanas, serpientes y ratoncillos, por lo que tienes que tener extrema precaución ya que por ejemplo los canguros son sagrados y de atropellar alguno podríamos tener serios problemas y elevadas multas.

Carretera recta kilométrica, el Outback

Carretera recta kilométrica, el Outback

Llegada al Ayers Rock Resort

Después de 450km de recta llegamos a la población de Yulara y su Ayers Rock Resort, donde todos los alojamientos pertenecen al «magnate del Outback», es decir, un monopolio donde todo es excesivamente caro y nos negamos en rotundo a ceder. Dormiremos en el coche. Eso sí, un bañito en la piscina de «extrangis» sienta de maravilla.

piscina camping Ayers Resort

Visita del Parque Nacional de Uluru-Kata Tjuta

Esta es la población más cercana al Parque Nacional de Uluru-Kata Tjuta, un parque que está limitadísimo y en el que no tienes demasiada libertad para visitar estas dos joyas del planeta tierra como son Uluru y Kata Tjuta, sólo puedes hacer algunas caminatas marcadas en ellos y ni siquiera puedes elegir el sitio para ver la salida o puesta de sol, ya que te obligan a parar en unos puntos abarrotados de turistas que hacen la misma foto.

Hay que usar el codo para hacerte un hueco entre la ansiedad turista!

Uluru

Dicho esto, Uluru es increíble. Se trata de una sola roca de 3,5 km de largo, 2,4 km de ancho y 348 metros de altura que emerge en medio de una superficie plana de miles de km. La roca más grande del mundo.

Lo mejor de Uluru son los atardeceres y amaneceres, momentos en los que el sol va cambiando la tonalidad de la roca. Parece mentira como llega a brillar con el sol del atardecer.

Uluru

Kata Tjuta

Kata Tjuta tiene menos fama que Uluru debido a que no es una roca sola, son 36 rocas por lo que no tiene el título de «es lo más del mundo».

Parece mentira como nos gusta vender las cosas en las ciudades del planeta: la ciudad más austral del mundo, el edificio más alto del mundo, la carretera más larga del mundo o ahora en Uluru la roca más grande del mundo. La verdad es que Kata Tjuta también es impresionante aunque su visita esté tan marcada como la de Uluru.

Kata Tjuta

Kings Canyon

Desde aquí, hemos conducido alrededor de 500km más para llegar al Kings Canyon, el otro gran punto de interés turístico en el Outback.

En el trayecto hemos recogido a un alemán con un pneumático en los brazos y bajo un sol de 45 grados. Con tan solo 19 años, ha venido 6 meses a Australia con otro amigo para buscarse la vida.

En el trayecto a Kings Canyon rebentaron 2 ruedas de su caravana y decidieron dividirse por miedo a que un aborigen les robara el coche (nosotros nos preguntamos; ¿como aparece en medio de la nada a cientos de km de algún poblado?). Uno en busca de una rueda y otro se quedó sólo en el coche 2 días mientras el otro amigo volvía.

No nos queremos ni imaginar lo mal que lo habrá pasado el muchacho sólo 2 días bajo un sol de justicia y sin ninguna sombra en la que cobijarse.

Trekkings en Kings Canyon

El Kings Canyon nos ha parecido más libre que «las rocas», ya que a pesar de que sólo puedes hacer 2 trekkings alrededor del Cañón, por lo menos no hay nadie que te diga que hacer o donde parar. Eso sí, hemos llegado a las 14:00 p.m y el calor que hemos sufrido caminando aquí ha sido agotador.

Además, hay que sumar las «moscas cojoneras», ahora entendemos el por qué del nombre. Solo buscan meterse en los orificios de la nariz, oreja, boca!! aggggg…son muy desagradables. En esta zona han inventado el sombrero-mosquitera (al inventor lo consideran tan prestigioso como la persona que inventó la escoba o la bombilla!!) y ves a cientos de turistas con una mosquitera en la cabeza deambulando entre rocas, parece una escena salida del mismísimo espacio.

Nosotros hemos sido más valientes y nos las hemos comido todas!

Kings Canyon

Y de aquí la vuelta a Alice Springs. Como no tenemos un 4×4 hemos tenido que hacer 180km extra para ir por carretera asfaltada, pero después de otros casi 500km y llegando de noche a la ciudad de los «zombies» aborígenes ya hemos acabado nuestra rutilla por el inmenso Outback australiano.

Nota: Un poco de historia muy resumida

Los aborígenes llevan en Australia unos 60000 años. Por aquí habían pasado holandeses, portugueses y españoles con intenciones de comerciar pero se habían encontrado con que a los aborígenes poco se les podía vender. Sólo tenían lanzas, escudos y recipientes para transportar alimentos con lo que las posibilidades de intercambio eran mínimas. Así que los europeos se fueron a comerciar a otros lugares.

Los ingleses fueron los primeros que vieron a Australia como buenas tierras para su corona, así que comenzaron a acaparar tierras para su corona. Los aborígenes, ingenuos ellos, pensaron que los nuevos visitantes se amoldarían a su estilo de vida pero cuando vieron que no era así se rebelaron.

En consecuencia, los ingleses empezaron a eliminarlos en masa. Más adelante no los eliminarían pero los marginarían durante 200 años. A día de hoy, se les considera iguales pero tantos años de marginio ha dejado a los aborígenes en una situación precaria, inadaptados y alcoholizados en muchos casos.